La vida es cambio, no es estática, por el contrario es dinámica. Conforme pasa el tiempo, se van presentando nuevas situaciones, otras quedan atrás, se avanza hacia trabajos mejores, aparecen nuevas personas y otras salen de nuestro día a día… Todo tiene un principio y un fin.
No obstante, los cambios son difíciles, suponen salir de la «zona de confort» y, dependiendo de la situación de la persona, de sus formas de afrontamiento, de la personalidad de cada cual, pueden resultar más o menos complicados a la hora de gestionarlos. ¿Por qué nos ocurre esto?
El miedo al cambio.
Seguramente, la mayoría de las personas adultas han sentido en algún momento de su vida el deseo de ser valiente para lograr sus sueños, de tomar las riendas de su vida y modificar aquello que no funciona en ella, pero por el contrario, no lo han hecho. ¿Qué es lo que les mantiene ahí ancladas?
Los procesos de cambio suelen generar miedo y ansiedad, pues conllevan enfrentarse a la incertidumbre, al no saber que vendrá, a lo desconocido. Los humanos necesitan sentirse seguros y controlar su entorno. Freud hacía alusión a esto, en su famoso articulo de 1920 ”Más allá del principio del placer”, cuando hablaba de compulsión a la repetición. Según él, la repetición de determinadas conductas y situaciones aporta a los individuos esta seguridad y este control que necesitan. Por tanto, no hay que ser duro con uno mismo por no haberlo hecho, esto es natural, pues ese control del ambiente que nos rodea permite (o ha permitido) nuestra supervivencia como especie. Sin embargo, los cambios no siempre amenazan nuestra existencia, de hecho, muchos son oportunidades para crecer, para desarrollarse a nivel personal, laboral, social, etc.
Así, el miedo a cambiar es altamente limitante, nos impide aprender y avanzar. Cuando se tiene este miedo, las personas intentan permanecer en su zona de confort que, si bien puede dar estabilidad y seguridad, no permite lograr la satisfacción personal plena. En esta zona no existe la estimulación, provoca un estancamiento y eso, poco a poco, puede dar lugar a sentimientos de vacío, apatía y, progresivamente, se puede desarrollar un estado de ánimo depresivo.
Además, el miedo al cambio tiene, también, relación con el miedo al fracaso y con la autoestima. A veces las personas piensan que si cambian algo, no van a ser capaces de mantenerlo, o de afrontar esta nueva situación, temen fracasar y, por ello, prefieren no moverse y no tomar decisiones de cambio.
¿Cómo se supera el miedo?
Aunque cada persona tiene una forma diferente de afrontar los cambios y gestionar el miedo que estos provocan, hay algunas estrategias útiles que pueden ser usadas por todo el mundo:
- Aceptar que siempre se está cambiando. Para aceptar el cambio y aprender a tolerarlo, se puede empezar poco a poco, con pequeños desafíos como por ejemplo, cambiando la forma de vestir o la distribución de la casa.
- Ser constante y no rendirse. Los cambios no son inmediatos, son un proceso, por tanto hay que ser paciente y trabajar duro para conseguir lo que se quiere.
- Revisar cuál es el diálogo interno que se tiene. Analizar las excusas que uno mismo se da e investigar qué es lo que realmente se teme.
- Discutirse estos miedos y buscar lo motivos a favor del cambio. Entre ellos podrían estar:
- Los cambios fortalecen. Cuando se mira atrás, la persona verá que pudo con ello, que fue capaz y que, además, ha crecido, ha aprendido y ha desarrollado su potencial, se ha convertido en una mejor versión de sí mismo y eso, a su vez, favorece que la persona se sienta orgullosa y con más confianza en sí misma.
- Mejora la autoestima. Por todo lo anterior, se incrementa la autoestima.
- Aumenta la creatividad.
- Ofrece nuevas experiencias gratificantes y permite conocer a otras personas.
- Buscar apoyo. Todos los cambios son más fáciles si se puede compartir lo que se siente con otras personas, si se habla de lo que suponen para uno estos cambios y si la persona es apoyada e, incluso, ayudada.
Rosa I. Hidalgo-Barquero Torres.
Referencias:
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García-Allen, J. ¿Cómo salir de tu zona de confort? 7 claves para lograrlo. Psicologiaymente.net. Recuperado el 22 de febrero del 2018, de https://psicologiaymente.net/coach/salir-zona-de-confort-claves
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Sigmund, F. (1920). Más allá del principio de placer. Más allá del principio de placer, Psicología de la masas y análisis del yo y otras obras (1920-1922), XVIII. Buenos Aires & Madrid: Amorrortu editores.