Una fortaleza personal o psicológica, o lo que es lo mismo, una virtud o un punto fuerte, es la capacidad que tiene o adquiere una persona, que constituyen rasgos positivos de la personalidad y que, cuando se ponen en acción, permiten a la persona vivir una vida plena, llena de bienestar psicológico.
¿De dónde procede el término «Fortaleza»?
Este concepto está principalmente asociado a la Psicología Positiva, rama que se diferencia de otras por estudiar el funcionamiento psicologico óptimo del ser humano y cómo llegan las personas a vivir felices y satisfechas, en contraposición al modelo tradicional de la psicología que estudia los aspectos negativos y patológicos de la psique humana.
Esta corriente es relativamente novedosa, pues se comienza a desarrollar en los años 90 gracias a Martin Selligman. No obstante, podemos encontrar antecedentes del estudio de qué hace que las personas sean felices, en autores tan conocidos como Aristóteles o en psicólogos de tradición humanista tan relevantes como A. Maslow (que desarrolla la teoría de la autorrealización dentro de la cual encontramos uno de sus postulados más conocidos: la jerarquía de las necesidades que representó en la llamada «Pirámide de Maslow») y C. Rogers.
Antes de continuar, conviene hacer alusión a otro concepto muy importante en la Psicología Positiva: la Resiliencia.
La resiliencia es la capacidad de los seres humanos para adaptarse y salir fortalecidos (o reforzados) de las situaciones adversas como el estrés, el abandono social y emocional, el trauma, etcétera. Cuando una persona es resiliente puede superar acontecimientos estresantes y complicados mejor, no viéndose afectado su equilibrio emocional y el bienestar psicológico. La resiliencia es, en realidad, un proceso dinámico influido por diversos factores (sociales, familiares, cognitivos, fisiológicos, culturales, etc) en el que la persona está continuamente aprendiendo «en positivo» de las experiencias, utilizando los recursos personales que tiene o adquiriendo otros nuevos (es decir, utilizando las fortalezas de las que dispone y obteniendo algunas nuevas), y desarrolla su potencial en la medida en la que estos factores lo permitan.
¿Cuáles son las virtudes y fortalezas?
En 2004, Selligman y su colega Christopher Peterson publicaron el «Manual de Virtudes y Fortalezas del Carácter», donde hacen una clasificación de 24 fortalezas en seis categorías que son:
- Sabiduría y conocimiento: es la capacidad de adquirir y aplicar conocimientos, disfrutando de ello y compartiéndolo con los demás. Esta categoría engloba las siguientes fortalezas:
- Curiosidad (interés por lo que está en el entorno, por el mundo).
- Creatividad.
- Buen juicio: se refiere al pensamiento crítico y reflexivo que nos permite seguir aprendiendo, a mantener una mentalidad abierta.
- Pasión por aprender (motivación).
- Perspectiva: capacidad de abstraer y utilizar la sabiduría y no ceñirse a la mera adquisición de los conocimientos.
- Humanidad: es la capacidad de conectar con los demás, empatizar, simpatizar y preocuparse por ellos. Esta categoría incluye:
- Bondad: Generosidad, altruismo, dar sin necesidad de recibir.
- Amor: Capacidad para amar y ser amado, para crear vínculos fuertes y significativos con los demás.
- Sociabilidad o inteligencia social: Capacidad para relacionarnos con los demás, empatizar y disfrutar de la compañía de otros.
- Coraje: es la capacidad por la que se pueden superar obstáculos (propios o externos) para conseguir una determinada meta.
- Valentía: Ser valiente supone afrontar situaciones complicadas siguiendo sus propios valores y convicciones y manifestando las opiniones propias, manteniéndose firme y no dejándose intimidar por el dolor, amenaza o riesgo potencial.
- Perseverancia y diligencia: Capacidad para seguir esforzándose, está relacionada con tener determinación, poder de decisión, o con terminar lo que uno empieza.
- Integridad, honestidad o autenticidad: Se refiere a ser sincero y coherente con uno mismo, con lo que piensa. Se manifiesta a través de decir la verdad y actuar de forma éticamente correcta.
- Vitalidad, pasión por las cosas: Esta fortaleza es lo que comúnmente llamamos tener entusiasmo, energía, actitud positiva…
- Justicia: Es la virtud que permite detectar aquello que daña a los demás, que se les es negado de forma injusta y que conlleva actuar en pro de una sociedad más equitativa. En ella se encuentra:
- Sentido de la responsabilidad: Trabajar por el bien común y contribuir con aquello que le corresponde, respetar los valores y objetivos comunes incluso cuando difieren de los propios.
- Equidad: Saber apartar los sentimientos personales para tomar decisiones, ser imparcial y moralmente correcto, poner en valor los sentimientos y opiniones de los demás, aceptarlos y respetarlos, buscar el bienestar de los otros.
- Liderazgo: Saber dirigir, saber organizar y animar al grupo de forma respetuosa y pacífica, intervenir y supervisar al grupo cuando se desarrollan actividades, reconocer las responsabilidades y los errores propios.
- Templanza: fortaleza por la que una persona puede tener disciplina y autocontrol.
- Autocontrol: Habilidad que tiene una persona para controlar sus impulsos, sus emociones, sus acciones, concentrar su energía hacia ello.
- Compasión: Una persona es compasiva cuando está dispuesta a perdonar, evitar el rencor y la venganza, no dañar a los demás por el daño que se ha recibido…
- Humildad: Relacionada con la modestia y con no desear reconocimiento de otros. Las personas modestas suelen tener una autoestima sana y no buscan ser el centro de atención.
- Prudencia: Supone mirar al futuro buscando ser eficiente, evitar riesgos innecesarios, ser precavido, actuar con cuidado analizando las diferentes opciones que se tienen.
- Transcendencia: es la habilidad de comprender y conectar con aquello que nos rodea de forma profunda y encontrar un significado y propósito en la vida.
- Apreciación: Capacidad para reconocer y asombrarse ante la belleza o el talento, así como valorar la excelencia.
- Optimismo: Mirar el futuro con esperanza e ilusión.
- Gratitud: Saber reconocer lo bueno de la vida, presente y pasado y sentirse agradecido por lo que se tiene
- Sentido del humor: Gusto por reír y por hacer reír a los demás, ver el lado divertido de las cosas.
- Espiritualidad: Tener fe, confiar en que existe un propósito, creer que existe sentido y finalidad para la propia existencia.
Selligman, además, diseñó un cuestionario (“Cuestionario VIA de fortalezas personales”) que permite que cualquier persona pueda conocer sus fortalezas. Si desea realizarlo, pinche aquí para ser derivado a su versión online. Recuerda que es necesario haberse registrado de forma gratuita en el sitio web.
«En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible».
Albert Camus (1913-1960, novelista, filósofo y periodista francés)
Rosa I. Hidalgo-Barquero Torres
Referencias:
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Martinez, A. (2012). Fortalezas personales (I) Las 24 fortalezas. – Psicología Positiva Aplicada. Psicología Positiva Aplicada. Recuperado el 5 de abril de 2018, de http://www.antonimartinezpsicologo.com/24-fortalezas-personales
Ramos, J. (2018). Las fortalezas personales en la Psicología Positiva. La vida positiva. Recuperado el 5 de abril de 2018, de http://www.lavidapositiva.com/las-fortalezas-personales-en-la-psicologia-positiva/