Cómo afecta el cáncer a nivel psicológico

Cáncer

El día 4 de febrero es el Día Mundial de la lucha contra el Cáncer y por ello, hoy dedico el post a hablar de él y de las secuelas que éste puede provocar a nivel psicológico. El cáncer es una enfermedad de gran relevancia debido a la cantidad de personas que la padecen y que, aún con los avances médicos, pierden la vida por ella. Así, éste impacta sobre las diversas áreas del desarrollo de la persona que lo sufre y sobre sus familiares y seres queridos.

Si bien desde la psicología se trabaja para incluir profesionales especializados en los tratamientos, precisamente para mitigar los efectos emocionales y psicosociales de esta enfermedad o para apoyar y ayudar a sobrellevarla al paciente y a sus seres queridos, lo cierto es que existe dificultad para llegar a todos los pacientes; en ocasiones, no hay profesionales suficientes debido a la falta de psicólogos en nuestro sistema sanitario y, además, hay hospitales donde aún no existe este servicio; otras veces los pacientes no desean atención psicológica, y otras, simplemente no se tienen en cuenta las consecuencias psicológicas y no se ofrece la posibilidad de consultar con un psicólogo.

La rama de la Psicología que se encarga de trabajar con pacientes de cáncer es la Psicooncología. Los psicooncólogos tienen como objetivo promover la autonomía y dignidad del enfermo, proveer de apoyo y atención al enfermo y a su familia desde un rol activo, dar soporte emocional… Así mismo, intentan prevenir la enfermedad fomentando los hábitos saludables en la población sana y tratan también al personal que trabaja con pacientes con cáncer o en cuidados paliativos.

cáncer en periódico

Consecuencias psicológicas del cáncer.

Tras recibir el diagnóstico, tanto el paciente como sus personas cercanas pueden comenzar a tener diversas sensaciones y emociones. Entre ellas podemos encontrar:

  • Sentimientos de depresión. La tristeza, la apatía o el llanto suelen ser frecuentes ante el dictamen médico y el desarrollo del tratamiento de la enfermedad. También es común que los afectados suelan preguntarse «¿Por qué a mi?».
  • Sentimientos de culpa. Muchos pacientes pueden sentir culpa y pueden llegar a pensar que podían haber evitado que se desarrollase esta dolencia. Aquí suelen aparecer los «y si hubiera (o no hubiera)…» 
  • Enfado.
  • Sentimientos de inadecuación.
  • Alteraciones en el autoconcepto, imagen corporal y autoestima. El diagnóstico y los tratamientos, como por ejemplo la quimioterapia, producen cambios físicos y emocionales que pueden alterar la percepción que la persona tiene sobre sí misma y su cuerpo.
  • Ansiedad, estrés y preocupación por la enfermedad. Es común que las personas estén más irritables y más nerviosas, intensificándose, por ejemplo, ante los primeros tratamientos, ante las consultas con los médicos, ante los efectos secundarios del tratamiento…
  • Miedo a morir, a recaer, al tratamiento, a ser rechazado o a padecer dolor, entre otros.
  • Frustración, sensación de no tener control sobre la situación. 
  • Sensación de vulnerabilidad.
  • Sensación de que lo que está ocurriendo no es real.
  • Dificultad para desear tener, o mantener, relaciones sexuales.
  • Trastornos del sueño, bien como efecto secundario del tratamiento, bien provocados por la ansiedad.

hombre deprimido

Reacciones frecuentes ante el cáncer.

Ante el diagnóstico y la evolución de la enfermedad, las personas pueden reaccionar de diversas formas.

  • Negación: Es un mecanismo de defensa en el que el paciente no acepta el diagnóstico y continua con su vida como si la enfermedad no formara parte de ella. Esta reacción es muy habitual al principio, pero lo normal y adaptativo es que progresivamente se vaya aceptando que se padece cáncer. Algunas conductas que se pueden encontrar en estos casos son: dudar de la palabra del médico y pensar que se equivoca, embarcarse en grandes proyectos incompatibles con la enfermedad (como montar un nuevo negocio que requiera atención del paciente), no prestar atención a las indicaciones y «hacer como si no pasara nada» o desviar la atención a otros temas y no hablar de la enfermedad.
  • Humor: A veces los pacientes bromean sobre la enfermedad como forma de controlar la ansiedad y el miedo. Aunque esto es positivo, si el humor es exagerado o hiriente puede suponer un bloqueo a la adaptación de la persona a las nuevas circunstancias.
  • Rabia, que puede ser hacia la enfermedad o desplazarse hacia objetos o personas. Es normal, aunque conviene que el paciente pueda encontrar otra forma de expresarse que no le haga sentir tanto malestar.
  • Tener esperanza. Una vez más, siempre y cuando se mantenga una esperanza realista, que concuerde con las evidencias médicas, será muy positivo para afrontar la dolencia. No obstante, si esta esperanza es exagerada o no realista puede dañar más al paciente y a sus seres queridos.
  • En ocasiones, ante la idea de que uno puede morir, la persona intenta realizar sueños o deseos que hasta entonces no pudo cumplir o toma decisiones vitales importantes. Siempre que no interfiera con el tratamiento y no ponga a la persona en una situación más dificil, será positivo que pueda disfrutar de esto.

Mujer con cáncer sonriendo

Fases de la aceptación del  diagnóstico

Cada una de las consecuencias y reacciones descritas con anterioridad aparecen en diversas fases que van teniendo lugar tras ser comunicado el dictamen médico. Éstas son:

  • Fase inicial: en esta fase suele aparecer la negación, la ansiedad, el miedo (de forma exagerada), la frustración, la incredulidad..
  • Fase intermedia: durante esta fase se va aceptando el diagnóstico y con ello puede aparecer la culpa, la tristeza, el llanto, las alteraciones de la imagen corporal y el autoconcepto, la baja autoestima, la apatía, la rabia, el insomnio, la preocupación o el miedo a morir. Además, se puede continuar negando o por el contrario, se puede comenzar a tener esperanza realista e intentar disfrutar de la vida a pesar de la enfermedad.
  • Fase de adaptación: aquí la persona ya ha aceptado la situación y se muestra más optimista, suele reorganizar su vida, pone en marcha estrategias para afrontar la enfermedad, puede aparecer el sentido del humor sin que sea exagerado, aparece la toma de decisiones importantes, etcétera.

persona con cáncer en tratamiento

Consejos para facilitar el proceso.

Aunque todo el proceso será muy duro, hay algunas acciones que se pueden poner en marcha para que pasar por ello sea un poquito menos angustioso.

  • Darse tiempo. Como es lógico, afrontar esta situación supone aceptar muchas cosas que quizá antes ni siquiera se pensaron (por ejemplo, la finitud de la vida y la aceptación de que todos morimos). Por ello, es conveniente que el paciente pueda ir pasando por las diferentes fases hasta que se integre y estabilice todo lo que el diagnóstico ha removido en uno.
  • Apoyarse en profesionales y en los seres queridos. Pasar por esta situaciones es mucho más sencillo si uno se siente querido y apoyado. Buscar el amor y sostén de otros es necesario, aunque se pueda pensar que se les puede hacer daño, la realidad es que unidos es más fácil aceptar y afrontar la enfermedad.
  • Expresar lo que se siente, pues es una forma de liberación del paciente y el entorno podrá saber qué necesita él y cubrir estas necesidades emocionales y mostrarle respeto, cariño, protección y ayuda.
  • Pedir la información que sea necesaria para entender qué ocurre, qué se va a hacer y cómo. Además, tener en cuenta que procesar todo eso puede llevar tiempo, por lo que no se ha de temer o sentir vergüenza por preguntar lo mismo varias veces, nuestro cerebro procesa e integra la información de forma adaptativa, por ello, no siempre le es posible recoger y recordar toda lo que el profesional diga. Es normal no recordarlo todo (o sentir que no se ha entendido o escuchado todo) y los médicos lo saben.

mujer investigando

  • Aunque hay que ser realista, no quiere decir que se tenga que ser pesimista. Es conveniente recordar los índices de supervivencia, confiar en el buen criterio de los médicos y en los avances en la investigación y en la tecnología que hacen que la lucha contra esta enfermedad sea cada vez más exitosa.

Rosa I. Hidalgo-Barquero Torres.

Referencias:

Estrés Psicológico y el cáncer. (2012). Cancer.org. Recuperado el 5 de febrero de 2018, de https://www.cancer.org/es/tratamiento/tratamientos-y-efectos-secundarios/efectos-secundarios-emocionales/ansiedad-miedo-depresion.html

González, A. (2015). Consecuencias psicológicas ante el cáncer | Ariadna González, Psicóloga y PsicooncólogaAriadnagonzalezpsicologa.es. Recuperado el 5 de febrero de 2018, de https://ariadnagonzalezpsicologa.es/consecuencias-psicologicas-ante-el-cancer/

María, D. (2006). Impacto Psicosocial del CáncerSeom.org. Recuperado el 5 de febrero de 2018, de https://www.seom.org/seomcms/images/stories/recursos/infopublico/publicaciones/revista_contigo/n_6/psicooncologia.pdf

Psicooncología Cáncer y Emociones | Psicólogos MadridPsicólogos Madrid | Centro Área Humana. Recuperado el 5 de febrero de 2018, de https://www.areahumana.es/psicooncologia/

 

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